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Àngel Agüeras
Un siete de febrero de hace ya algunos años, tuve la feliz ocurrencia de venir a este mundo. Y esa noche, (me dijeron que) hacía un frío terrible. No debe extrañar, pues, que, tras vivir esa traumática experiencia, deteste el invierno y todo lo que comporta. Como lógica contrapartida, adoro el sol, el calor y el verano.
No me distinguí especialmente en los estudios. Y resulta curioso que, en esa época, me encantasen las matemáticas y no hiciera buenas migas con la escritura y literatura.
He practicado diversos trabajos. Desde aprendiz en una óptica, hasta vendedor de trenes eléctricos, encargado de mantenimiento industrial, maquetista-miniaturista, especulador filatélico, ayudante en el cuarto frío de un restaurante, fabricante de arbolitos en miniatura, y algunos otros. El último trabajo asalariado que tuve fue como agente entrevistador-encuestador para el INE. Después debí pelearme contra esos caballeros, pues son los primeros que incumplen sus propias leyes. Tras cinco años de desigual combate y pese a haber ganado todos los juicios y recursos, fui despedido sin indemnización.
En una ocasión tuve la fortuna de poder pasar dos meses invernales en las islas Canarias, y eso me hizo ver que no tenía que conformarme con la climatología habitual. A partir de entonces, he ordenado mi vida para escapar del frío siempre que puedo. Así que suelo pasar los inviernos en climas más benignos, que van desde las referidas islas Canarias, hasta Argentina, Brasil, Marruecos, India o, últimamente, el sureste asiático.
Vivir varios meses cada año en esos lugares, en ocasiones tan diferentes a lo habitual, es una fantástica experiencia que ensancha la mente y hace adquirir otra amplitud de miras.
Tengo múltiples aficiones, entre las que destacan los juegos de estrategia y simulación. Trato de jugar mucho y me desplazo por toda España (durante el buen tiempo, claro) para asistir a encuentros, jornadas, convenciones, campeonatos, etc.
A nivel literario, escribo tanto poesía como prosa. Y, en esta última, me decanto por los relatos cortos de ficción (a menudo con un leve toque mágico), el ensayo y las crónicas de viajes.
Àngel Agüeras
Savannakhet (Laos)