EL GANSO SALVAJE: LA HISTORIA DE UN AMOR ATRAPADO

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A pesar de que Mori Ōgai (1862-1922), debido a su austero carácter, no atrajo discípulos, dejó sentir su influencia en escritores posteriores, algunos de la talla de Tanizaki Jun’ichirō, Akutagawa Ryūnosuke, o Mishima Yukio. El reconocimiento de esta ilustre figura de las letras universales es unánime, puesto que a través de sus obras y traducciones contribuiría a la modernización de la literatura japonesa de su época.

Nacido en el seno de una familia samurái, Mori Ōgai recibió una educación tradicional, acorde a su posición social y enfocada desde muy pronto a asegurarle los conocimientos necesarios para poder cursar estudios de medicina, en cuya facultad de la Universidad de Tokio se graduó en 1881, con apenas diecinueve años. Poco después de haber ingresado en el ejército, partió a Alemania con una beca del gobierno para estudiar higiene pública.

Los cuatro años que pasaría en Europa serían bien aprovechados por el joven teniente, pues además de cumplir con sus obligaciones como militar y médico y de mantener una relación amorosa con una joven alemana, la estancia europea supondrían para Mori una toma de contacto profunda con el pensamiento de los intelectuales occidentales, cuya influencia se dejaría sentir en sus trabajos posteriores, tanto en su labor como traductor al japonés de las obras europeas, como en su producción literaria de creación propia.

De entre las numerosas obras de Mori Ōgai, nos detendremos por unos instantes en la que es por muchos considerada su obra cumbre: El ganso salvaje (Gan, 1911-1913). Publicada por primera vez por entregas y presentada hoy por Chidori Books, esta novela nos traslada al Tokio de 1880 y nos narra la historia de amor entre dos jóvenes: la bella Otama y Okada, un estudiante de medicina. Otama, que con el fin de asegurar una jubilación digna a su anciano padre se ha visto abocada a aceptar convertirse en la amante de un prestamista, se enamora de Okada, joven atractivo de intachable conducta que en sus paseos diarios siempre le dedica un formal saludo. El desenlace final a que se verán conducidos los sentimientos y las vidas de ambos jóvenes vendrá determinado, no obstante, no sólo por sus respectivos caracteres y actitudes, sino también por una sucesión de circunstancias ajenas a ellos.

Uno de los aspectos más destacables de El ganso salvaje es la aguda y profunda caracterización de los personajes, sobre todo el de Otama, quien al asumir sus responsabilidades para con su padre —en una actitud que refleja la piedad filial de las obligaciones que la doctrina confuciana establecía como básicas para el buen orden social— evoluciona interiormente desde la inocencia infantil que la deja inerme contra las embestidas de la vida hasta convertirse en una mujer de carácter independiente, que pese a ser consciente de las obligaciones adquiridas, intentará llevar hasta sus últimas consecuencias sus sentimientos personales individuales (ninjō) hacia Okada, el hombre del cual está enamorada. Así, Mori Ōgai, en este relato cargado de alusiones metafóricas y simbólicas, no solo dirige una mirada retrospectiva hacia el pasado, sino que también reinterpreta, en cierto modo, esa contraposición, incompatible las más de las veces, entre el giri, o deber social, y el ninjō, o sentimientos individuales, tan del gusto de autores clásicos como Chikamatsu Monzaemon (1653-1725), quien llevó al extremo su desarrollo y desenlace. Con todo, aun separándose del estilo del dramaturgo Chikamatsu, El ganso salvaje nos descubre una historia intensa narrada con la prosa elegante y exquisita de Mori Ōgai, cuya lectura hará las delicias de todo aquel que se sumerja en sus páginas.

 

Fotografía cortesía de la National Diet Library

Fotografía cortesía de la National Diet Library